Síntomas de la hipertensión arterial. La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas, incluso si las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente elevados.
Algunas personas con presión arterial alta pueden tener dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente fatal.
Pero si busca una lista de síntomas y signos de hipertensión arterial (HTA o hipertensión), aquí no los encontrará. Esto se debe a que la mayoría de las veces no hay.
Mito: Las personas con hipertensión arterial experimentan síntomas, como nerviosismo, sudoración, dificultad para dormir o rubor facial.
Verdad: La hipertensión arterial es un “asesino silencioso” sin síntomas. Si no conoce sus valores de presión arterial porque piensa que un síntoma o signo determinado la alertará del problema, está tomando una decisión que pone su vida en peligro.
Recomendación
- NO intente auto diagnosticarse. El diagnóstico clínico sólo debe realizarlo un profesional de la salud.
- Conozca sus cifras de presión arterial y realice cambios importantes para proteger su salud.
En la mayoría de los casos, la hipertensión arterial no causa dolores de cabeza ni hemorragias nasales
- Las mejores pruebas clínicas indican que la hipertensión arterial no causa dolor de cabeza ni hemorragia nasal, excepto en el caso de crisis hipertensiva. Una emergencia médica en la que la presión arterial es de 180/120 mm Hg o superior. Si la presión arterial es inusualmente alta y tiene dolor de cabeza o hemorragia nasal y no se encuentra bien. Espere cinco minutos y repita la prueba. Si su lectura sigue siendo 180/120 mmHg o más, realice una llamada de emergencias.
- Si tiene dolores de cabeza intensos o hemorragia nasal y no se encuentra bien. Póngase en contacto con su médico, podrían tratarse de síntomas de otras enfermedades.
Otros síntomas inconcluyentes relacionados
Hay una serie de síntomas que pueden estar relacionados indirectamente con la hipertensión arterial, pero no siempre son causados por esta, como:
- Manchas de sangre en los ojos. Las manchas de sangre en los ojos (hemorragia subconjuntival) son más comunes en personas con diabetes o hipertensión arterial. Pero ninguna de las enfermedades las causa. Las moscas volantes tampoco están relacionadas con la hipertensión arterial. Sin embargo, un oftalmólogo puede detectar los daños en el nervio óptico causados por la hipertensión arterial sin tratar.
- Rubor facial. El rubor facial se produce cuando los vasos sanguíneos del rostro se dilatan. Puede producirse de forma impredecible o en respuesta a determinados factores, como la exposición al sol, al frío, a los alimentos picantes, al viento, a las bebidas calientes y a los productos para el cuidado de la piel. El rubor facial también puede aparecer cuando hay estrés emocional, exposición al calor o al agua caliente, consumo de alcohol y ejercicio. Estas situaciones pueden aumentar la presión arterial temporalmente. Aunque el rubor facial puede ocurrir cuando la presión arterial es superior a la normal, la hipertensión arterial no es la causa.
- Mareos : Aunque el mareo puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos antihipertensivos, no está provocado por la hipertensión arterial. No obstante, el mareo no debe ignorarse, especialmente si el inicio es repentino. Los mareos repentinos, la pérdida de equilibrio o la coordinación, y la dificultad para caminar son signos de alarma de derrame cerebral. La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo de derrame cerebral.
Cuándo debes consultar con un médico

Probablemente te midan la presión arterial como parte de tu cita de rutina con el médico.
Pídele a tu médico que te mida la presión arterial, al menos, cada dos años a partir de los 18 años. Si tienes 40 años o más, o si tienes entre 18 y 39 años y presentan un riesgo elevado de presión arterial alta, pídele a tu médico que te mida la presión arterial todos los años.
Por lo general, la presión arterial se debe medir en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado.
Tu médico probablemente te recomendará medir la presión con más frecuencia si ya te han diagnosticado presión arterial alta o si tienes otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
