Prevención de la Esclerosis Múltiple. La infección es fortuita, pero los expertos han llegado a la conclusión de que mantener unos niveles adecuados de vitamina D y evitar el tabaco. Son dos formas eficaces de prevenir la esclerosis múltiple y de controlar la progresión de la enfermedad.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica de la que se desconocen las causas, por tanto, no es posible prevenirla. Sin embargo, existen algunos consejos que te ayudarán a paliar sus síntomas y mejorarán tu calidad de vida.
Cambios en tu estilo de vida
Si tu médico de confianza ya te ha diagnosticado EM. Estos cuidados generales y cambios en tu estilo de vida te ayudarán a controlar los síntomas y sentirte mejor.
- En primer lugar, facilita al equipo de profesionales de la salud que tratan tú EN la información necesaria para que puedan preparar un programa que se adapte a tu estilo de vida y expectativas. Informarles de si trabajas o no, si eres una persona activa o incluso si estás pensando quedarte embarazada, en el caso de las mujeres, pueden ser datos clave que determinarán los cuidados que te convienen.
- Mantente activo. Practicar ejercicio de forma habitual te ayudará a mantener los músculos flojos , dormir mejor, mejorar el equilibrio o regular los movimientos intestinales, entre otros beneficios. Así pues, consulta con tu médico o especialista cuáles son los ejercicios que mejor se adaptan a tu condición física para mantener una actividad constante.
- Come sano y procura que tu dieta sea equilibrada y acorde a tu edad y nivel de actividad. Recuerda que mantener una buena alimentación es siempre beneficioso, aunque seas una persona sana.
- Mantén una actitud positiva. La EM provoca cansancio y en ocasiones depresión, por lo que procura mantener una actitud positiva y estar preparado para cuando surjan estas dificultades. Debes tener en cuenta que la evolución de la EM y sus síntomas pueden variar de unas personas a otras: mientras que algunas personas tienen muy poca progresión y su enfermedad avanza lentamente, en otras, la progresión de la enfermedad es más severa y rápida. Así pues, cada caso requerirá de unos cuidados concretos.
Ten presente para la prevención de la esclerosis múltiple
En medicina hay un principio básico: más vale prevenir que curar. Este axioma es lógico y todos estamos acostumbrados a él. Las vacunas o la promoción de los estilos de vida saludable son buenos ejemplos de ello.
El problema surge cuando desconocemos el origen de la enfermedad, como lamentablemente sucede en el caso de la Prevención de la Esclerosis Múltiple.
Actualmente se acepta que para padecer EM es necesario nacer con una predisposición genética, pero además son imprescindibles la concurrencia de factores ambientales. Sin embargo, la identificación de esos factores ambientales ‘de riesgo’ podría ser una buena oportunidad para modificarlos con el fin de intentar prevenir-demorar el inicio de la enfermedad.
Hace años que sabemos que el riesgo de padecer EM es menor en las zonas próximas al ecuador y se incrementa según nos alejamos del mismo, pero hasta hace poco no se había conseguido ni tan siquiera vislumbrar cuáles eran esos factores ambientales.
Afortunadamente hemos empezado a ver indicios que nos permiten establecer estrategias de búsqueda para identificar estos ‘factores de riesgo de EM’.
La proporción de mujeres afectadas se están incrementando.
El hecho de que en los últimos años la incidencia de la EM y la proporción de mujeres afectadas se están incrementando y el que la edad de comienzo de la EM está disminuyendo tiene que ser debido a los cambios recientes en nuestros hábitos de vida y/o entorno: alimentación, higiene, sanidad, costumbres, etc.
Muchos de estos cambios podrían explicar otros hechos, como por ejemplo el incremento progresivo de la talla de las personas o el incremento de las enfermedades alérgicas. Esta cercanía temporal hace que la búsqueda sea esperanzadora en cuanto a sus resultados.
También se han encontrado otras relaciones con el riesgo de padecer, como por ejemplo las horas de sol a lo largo de la gestación; y se han producido aportaciones en relación con la importancia de ciertos agentes infecciosos en el origen de esta enfermedad.
Esclerosis múltiple: inmunopatología y actualización del tratamiento.
La MDPI publicó Multiple Sclerosis: Immunopathology and Treatment Update en el cual manifiesta: «volvemos a los fundamentos para comprender la inmunofisiología de la EM y así obtener información para el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos mejorados. Presentamos las actuales terapias modificadoras de la enfermedad (interferones, acetato de glatiramero, dimetilfumarato, teriflunomida, fingolimod, mitoxantrona), los anticuerpos monoclonales humanizados (natalizumab, ofatumumab, ocrelizumab, alemtuzumab, daclizumab) y los nuevos enfoques inmunomoduladores (células madre, vacunas de ADN, nanopartículas, ligandos peptídicos alterados) para el tratamiento de la EM».
Si quieres conocer un poco más visita nuestro articulo sobre Células Madre para la Esclerosis Múltiple