Según lo manifiesta Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIH), El lupus es una enfermedad crónica (de larga duración), y actualmente no tiene cura. Sin embargo, los tratamientos han mejorado notablemente, lo que ofrece a los médicos más opciones para controlar la enfermedad. Como los síntomas pueden cambiar y los tratamientos pueden tener efectos secundarios, su médico puede recomendarle una combinación de tratamientos para controlar el lupus.
Aunque no hay cura para el lupus. El tratamiento médico actual del lupus se enfoca en mejorar la calidad de vida al controlar los síntomas y minimizar los brotes.
Incluyen cambios en el estilo de vida, como incorporar una dieta saludable y protegerse del sol. Para controlar la enfermedad, también se usan medicamentos, como antiinflamatorios y esteroides.
Tratamiento no farmacológico
Información. Los pacientes con lupus y sus familiares deben recibir una información adecuada y completa sobre la enfermedad para conseguir una buena colaboración por parte del paciente.
fortaleciendo músculos. Andar, nadar o montar en bicicleta. Es aconsejable realizar este tipo de actividades para prevenir la debilidad muscular que causa la fatiga y alternarla con periodos de descanso. Realizar una actividad física, también, influye en sobrellevar las situaciones de estrés física y psíquico.
Evitar la exposición al sol sin protección. Evitar la exposición solar directa y otras fuentes lumínicas. Sobre todo en pacientes con fotosensibilidad.
Alimentación equilibrada. No existe ninguna dieta que proteja o disminuya la actividad de la enfermedad. Se aconseja comer alimentos con bajo contenido en grasa, sal y azúcar y alto contenido de fibra.
Aquellos pacientes que están tomando corticoides, deben limitar el consumo de azúcar, grasa y sal. Además, si el riñón está afectado o se padece de hipertensión arterial, hay que evitar los alimentos salados.
Tabaco. Los pacientes con lupus no pueden fumar, debido a la inflamación y daño en los tejidos de la piel y venas sanguíneas.
Tratamiento farmacológico del Lupus
Analgésicos y antiinflamatorios. Se usan en pacientes con dolores articulares o musculares.
Antimaláricos o antipalúdicos. Son medicamentos elaborados para curar la malaria. Constituyen la base del tratamiento y, salvo contraindicación (excepcional), todos los pacientes con lupus deben ser tratados con antimaláricos. Los más usados son la hidroxicloroquina, mepacrina y sulfato de cloroquina.
Corticoides. El más utilizado es la prednisona. Son muy efectivos para reducir la actividad del lupus. Debido a los efectos secundarios de los corticoides, el objetivo es usarlos en las dosis más bajas y el menor tiempo posible.
La dosis depende de la gravedad de los síntomas y se debe disminuir de forma gradual y, siempre que sea posible, retirarlos una vez la enfermedad esté controlada.
Inmunosupresores. Se utilizan en las manifestaciones más graves, como la afectación del riñón o del cerebro o en aquellos pacientes que no toleran los corticoides. Los más comunes son el metotrexato, la azatioprina, la ciclofosfamida y el micofenolato.
Terapias biológicas. Son nuevos medicamentos que se crean a partir de proteínas humanas o células vivas, a diferencia de las que no son biológicas, que se crean mediante una combinación de agentes químicos.
Actualmente, se utilizan para los casos graves que no responden al tratamiento del lupus convencional (antimaláricos, corticoides e inmunosupresores). Los más utilizados son el belimumab y el rituximab.
Nuevas terapias del Lupus
En los últimos años han aumentado, de forma considerable, el número de ensayos clínicos de nuevos tratamientos para pacientes con lupus.
La mayoría se centran en nuevas terapias dirigidas a bloquear moléculas que intervienen en puntos clave de los mecanismos que intervienen en el proceso de aparición y desarrollo de la enfermedad.
La ventaja de estos nuevos tratamientos se basa en que son más específicos y selectivos en su mecanismo de acción, por lo que el perfil de efectos secundarios es mucho mejor que la de los tratamientos convencionales (sobre todo corticoides e inmunosupresores).
Si quieres conocer un poco más visita nuestro articulo sobre Células Madre para el Lupus.