Las células madre embrionarias provienen de una estructura que se forma a los pocos días de haberse fecundado el óvulo por el espermatozoide. Estas células pueden dar origen a toda clase de células del cuerpo.
Las células madre embrionarias (ESC del inglés, Embryonic Stem Cells) son células indiferenciadas que derivan de la masa celular interna (MCI) de embriones en estado de blastocisto.
Estas células se caracterizan por su habilidad para crecer indefinidamente in vitro y conservar la capacidad de diferenciarse hacia todos los tipos celulares de un individuo.
Las células madre embrionarias se han constituido en una poderosa herramienta para estudios del desarrollo embrionario, genómica funcional, para la generación de animales transgénicos vía recombinación homóloga y más recientemente en clonación y medicina.
Debido a su potencial aplicación en la manipulación específica de genes, el aislamiento de estas células en especies domésticas. Como el cerdo y el bovino podría tener numerosas aplicaciones agropecuarias, farmacéuticas y biomédicas.
Más aún, las actuales investigaciones desarrolladas acerca de sus propiedades biológicas y sobre sus posibles aplicaciones en medicina regenerativa.
Esto debido al enorme potencial de reparación que encierran, están abriendo grandes posibilidades que permitirán, en un futuro no muy lejano, disponer de revolucionarias terapias para diversas enfermedades humanas que hoy en día son incurables.
Tipos de células madre: embrionarias y adultas
Las células madre pueden conseguirse básicamente de dos fuentes: de embriones en sus primeras fases de desarrollo (células madre de origen embrionario) o del organismo adulto (células madre adultas).
En el caso de las células madre adultas pueden obtenerse bien a partir de las reservas que el organismo adulto mantiene con el fin de reparar los daños que se producen en los tejidos, o bien de las células presentes en el cordón umbilical.
Células madre de origen embrionario
Las células que se encuentran en el embrión se denominan células madre embrionarias y están presentes en embriones de 7-14 días de desarrollo, si bien es posible aislarlas también de embriones de tan sólo cinco días.
Son células pluripotentes y es precisamente esta capacidad lo que hace que los científicos de todo el mundo sueñen con extraerlas de embriones humanos. Para poder cultivarlas en el laboratorio y engendrar los más de doscientos tipos de células que componen el organismo humano.
Este gran sueño tiene como fin reproducir en el laboratorio el milagro que sucede en el vientre materno, el milagro de la vida.
Ya es posible acariciar el sueño de iniciar una gran revolución en la medicina. Una revolución que permita reparar órganos dañados o tejidos enfermos con cambios vivos, engendrados en el laboratorio y adaptados a las necesidades de cada paciente.
Investigar con células madre embrionarias
La pluripotencialidad de las células madre embrionarias constituye su atractivo primordial. También es su principal caballo de batalla y el gran reto de los investigadores.
Una vez que las células madre embrionarias han sido extraídas, se debe detener su ciclo de maduración e impedir que avance, con el fin de moldear su nueva identidad.
En términos sencillos, sería como tratar de conservar la pluripotencialidad de las células madre embrionarias para cultivarlas en el laboratorio y dirigir su diferenciación según las necesidades del paciente que se va a tratar.
Pero la diferenciación no se produce al azar y está controlada por complejas reacciones. Se hace necesario conocer hasta el más mínimo detalle de las vías de señalización.
Saber con exactitud cómo se genera una neurona o una célula del hígado. Hasta entonces, los tratamientos con células madre no podrán ser una realidad aplicable en humanos.