La esclerosis múltiple se desencadena por factores ambientales en individuos con perfiles de riesgo genético complejos. Los agentes modificadores de la enfermedad autorizados reducen la frecuencia de los nuevos episodios, pero no revierten los déficits fijos y tienen efectos cuestionables en la acumulación a largo plazo de la discapacidad y la progresión de la enfermedad según se detalló en el articulo Multiple sclerosis, publicado en la revista especializada The lancet.
La comunidad médica sigue investigando las causas de la esclerosis múltiple (EM). Una enfermedad que ataca el sistema nervioso central provocando discapacidad motora y deterioro cognitivo. Conoce más sobre esta afección que afecta a 2,8 millones de personas en el mundo.
Las causas de la esclerosis múltiple aún no están definidas, pero se cree que se produce cuando las propias defensas del cuerpo atacan la mielina. La mielina es el tejido que protege la fibra nerviosa del sistema nervioso central.
Cuando la mielina se daña, se distorsionan e interrumpen los impulsos nerviosos que viajan entre el cerebro y la médula. Actualmente, los tratamientos no son solo paliativos, se ha avanzado bastante y hay terapia oral, endovenosa e intramuscular dirigida al mecanismo de acción más conocido que es la respuesta inmune.
¿Qué le pasa a una persona con esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple daña la mielina, una capa aislante que se forma alrededor de los nervios del sistema nervioso central: el cerebro y la médula espinal. Es decir, actúa como un protector, tal cual hace el revestimiento de un cable eléctrico.
Precisamente el sistema nervioso central es el encargado de procesar nuestros pensamientos y toda la información que obtenemos mediante los sentidos. Por ende, nos permite reconocernos como individuos, tener conciencia de quiénes somos, qué sentimos y qué hacemos.
Así es cómo la pérdida de mielina -desmielinización- altera la capacidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos hacia y desde el cerebro. Los mensajes no viajan con la rapidez y la fluidez necesaria porque el cerebro es incapaz de comunicarse con el resto del cuerpo.
La esclerosis múltiple se considera una enfermedad autoinmunitaria en la cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca a sus propios tejidos. En el caso de la esclerosis múltiple, este mal funcionamiento del sistema inmunitario destruye la sustancia grasa que recubre y protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal que como comentamos anteriormente se llama mielina.
La mielina se puede comparar con la capa aislante que recubre los cables eléctricos. Cuando la mielina protectora se daña y la fibra nerviosa queda expuesta, los mensajes enviados a través de esa fibra nerviosa son más lentos o se interrumpen.
No está claro por qué la esclerosis múltiple se manifiesta en algunas personas y en otras no. Parece deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Factores de riesgo (Causas de la Esclerosis Múltiple)
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener esclerosis múltiple:
- Edad. La esclerosis múltiple puede presentarse a cualquier edad, pero su aparición suele ocurrir alrededor de los 20 y 40 años de edad. Sin embargo, pueden verse afectadas personas de menor y mayor edad.
- Sexo. Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades que los hombres de presentar esclerosis múltiple recurrente-remitente.
- Antecedentes familiares. Si uno de tus padres o hermanos tuvo esclerosis múltiple, el riesgo de que tengas la enfermedad es mayor.
- Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la esclerosis múltiple, entre ellos, el de Epstein-Barr, el cual provoca la mononucleosis infecciosa.
- Raza. Las personas de raza blanca, en especial las de ascendencia de Europa del norte, corren un mayor riesgo de tener esclerosis múltiple. Las personas de ascendencia asiática, africana o indígena estadounidense corren el menor riesgo.
- Clima. La esclerosis múltiple es más frecuente en países con climas templados, entre ellos, Canadá, los estados del norte de los Estados Unidos, Nueva Zelanda, el sureste de Australia y Europa.
- Vitamina D. Tener menos niveles de vitamina D y menos exposición a la luz solar se relaciona con un mayor riesgo de esclerosis múltiple.
- Determinadas enfermedades autoinmunitarias. Corres un riesgo levemente mayor de desarrollar esclerosis múltiple si tienes otros trastornos autoinmunitarios, como enfermedad tiroidea, anemia perniciosa, psoriasis, diabetes tipo 1 o enfermedad intestinal inflamatoria.
- Tabaquismo. Los fumadores que presentan un evento inicial de síntomas que podrían indicar esclerosis múltiple tienen más probabilidades que los no fumadores de presentar un segundo evento que confirme la esclerosis múltiple recurrente-remitente.