La sangre del cordón umbilical es una fuente única de células progenitoras hematopoyéticas. Caracterizadas por su capacidad de proliferación, diferenciación y renovación celular de los tejidos que pueblan.
Las células madre tienen la capacidad única de diferenciarse en otros tipos de células, y por lo tanto, pueden reconstruir órganos y tejidos.
Actualmente, estas células pueden utilizarse para tratar enfermedades congénitas o adquiridas de la médula ósea. Por ejemplo, leucemias, linfomas, insuficiencias medulares e inmunodeficiencias. Adicionalmente, algunas enfermedades metabólicas.
Las células madre de la sangre del cordón se recogen en el nacimiento. Por lo que tienen mejores resultados en caso de trasplante, debido a que su inmadurez celular disminuye la posibilidad de un posible rechazo.
Se trata de un procedimiento fácil y sin riesgos para el bebé o la madre. Para iniciar el proceso, la persona interesada deberá solicitar información al banco de cordón que considere oportuno.
Llegado el momento del nacimiento, el ginecólogo recogerá la muestra directamente del cordón una vez que el bebé haya nacido. La matrona o la enfermera de la unidad se encargará de gestionar el resto. Tras cortar el cordón, se extraerá una analítica de sangre a la madre, así como también una muestra de cordón umbilical si fuese necesario.
Bancos de sangre de cordón umbilical
La conservación de la sangre del cordón es un procedimiento mediante el cual se extrae, después del parto, sangre del cordón umbilical. Se usa para investigación o se conserva para su posible utilización en un trasplante.
La sangre que fluye por la placenta y el cordón umbilical tiene una concentración elevada de células madre, que se usan en determinadas enfermedades con el fin de obtener importantes beneficios terapéuticos.
¿Cómo es el procedimiento?
Inmediatamente después de que nace el bebé el ginecólogo corta el cordón umbilical y entrega al bebe al pediatra.
Posteriormente el ginecólogo desinfecta el cordón umbilical y punzar la vena umbilical con la aguja unida a la bolsa de recolección, de esta forma el líquido fluye hacia la bolsa hasta obtener entre 80 a 120 ml de sangre.
No hay ningún dolor o riesgo para la madre o el bebé durante el proceso de recolección. La sangre se toma del cordón después de haber sido sujetado y cortado. Las recolecciones de sangre del cordón umbilical son seguras tanto para partos vaginales como cesáreas.
Cabe precisar que la muestra se examina para descartar contaminación microbiológica y por medio de un procesador centrífugo se separan los glóbulos blancos o células nucleadas que son las que se almacenan.
Actualmente existen bancos de sangre de cordón umbilical públicos y privados, la diferencia radica en que el primero tiene un costo y el segundo es un servicio que se realiza a través de donaciones bajo criterios establecidos por la Secretaría de Salud de México.