Según la NIH, Las vacunas pueden ayudar a prevenir algunos tipos de neumonía. Una buena higiene (lavarse las manos con frecuencia), dejar de fumar y mantener el sistema inmunitario fuerte mediante actividad física regular y una dieta saludable son otras formas de disminuir el riesgo de contraer una neumonía.
Existen medidas para evitar la aparición de una neumonía, se puede prevenir vacunándose, reforzando el sistema inmunológico, con buena higiene y dejando de fumar. En el presente artículo vamos a considerar detalladamente estas medidas preventivas:
Vacunación
Si bien no existe una vacuna que ayude a prevenir todos los tipos de neumonía, hay dos maneras de, al menos, reducir sensiblemente la posibilidad de padecerla:
La vacuna contra la gripe.
También llamada vacuna contra la influenza o vacuna antigripal, suele ser efectiva en estos casos ya que muchos casos de neumonía se desarrollan después de una gripe.
Se aplica anualmente y ha demostrado disminuir la incidencia de la enfermedad, especialmente entre la población vulnerable (personas mayores de 65 años, niños menores de 2 años, personas inmunodeprimidas o afectadas por enfermedades cardiorrespiratorias crónicas).
En todos los casos, es el médico quien puede orientar acerca de la conveniencia y efectividad de la vacuna.
La vacuna contra el neumococo
El neumococo es una de las bacterias que más frecuentemente causan neumonía, por lo que la inmunización en este caso puede resultar conveniente.
Existe dos tipos de vacunas, la neumocócica conjugada (conocida como PCV), recomendada para todos los niños menores de 5 años y la vacuna de polisacárido neumocócico (PPSV) recomendada para niños de 2 años con un sistema inmune deprimido, así como para adultos que tienen factores de riesgo de neumonía, como los mencionados en el párrafo anterior.
En muchos lugares, la vacuna neumocócica está incluida en el calendario de vacunación anual de los servicios sanitarios.
En resumen, las vacunas para prevenir algunos tipos de neumonía son:
- Vacuna contra la influenza e influenza tipo B
- Contra el sarampión
- Contra la tosferina
- Antineumocócica
- Vacuna contra la varicela
Buena higiene:
La manera más sencilla de combatir la proliferación de gérmenes, bacterias o virus y evitar el contagio de la neumonía es la puesta en práctica de hábitos de higiene cotidianos.
Es importante lavarse las manos regularmente con abundante agua y jabón, especialmente antes y después de manipular alimentos, estar en contacto con personas enfermas (especialmente si han padecido de gripe) y después de ir al baño. Si no hay agua o jabón disponibles, se puede utilizar jabón antiséptico para manos.
Para prevenir la neumonía también es importante tener una correcta higiene bucal, así como cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al estornudar o toser y limpiar con frecuencia las superficies con las que se tiene más contacto, especialmente si su uso es compartido, como las manillas de las puertas.
No fumar
Limita tu contacto con el humo del cigarro. La exposición al humo de tabaco constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de numerosas infecciones respiratorias, tanto bacterianas como víricas.
En los adultos, el tabaquismo está asociado a un aumento significativo de neumonías, infección neumocócica invasiva e infección por Legionella spp y al padecimiento de un mayor número de influenza (gripe), tuberculosis y neumonía por virus de varicela.
En los niños expuestos al humo de tabaco en sus hogares, aumenta el riesgo de padecer infecciones de las vías respiratorias bajas (bronquitis y neumonías) y otitis media recurrente.
Por lo anteriormente expuesto es muy fácil de comprender que las personas fumadoras tienen más riesgo de desarrollar neumonía frente a las personas que no fuman.
Y pese a que la neumonía es una infección respiratoria que se puede diagnosticar y que se puede tratar convenientemente, sigue matando.
Reforzar el sistema inmunitario:
Es importante consumir alimentos saludables diariamente y evitar los alimentos bajos en fibra o altos en grasas, sal y azúcares.
Asimismo, ningún suplemento podrá hacer el trabajo de una buena dieta que ayude a mejorar el sistema inmunológico. Una alimentación adecuada prepara al cuerpo para combatir las enfermedades.
Para reforzar el sistema inmune te recomiendo las siguientes actividades que debes profundizar:
- Comienza una dieta más saludable.
- Haz ejercicios.
- Duerme bien.
- No te preocupes.
- Sé feliz.
- Recibe tus vacunas
- Consulta a tu especialista.
La mayoría de estos refuerzos de inmunidad son apropiados para todas las edades y tipos de personas, pero si deseas obtener ayuda con un problema específico, comunícate con tu médico. Aquí estamos para ayudarte a crecer sano, sin importar tus necesidades.