Las células madre mesenquimales forman un conjunto de células presentes a lo largo de la vida en innumerables nichos, característicos de un potencial de replicación ilimitado y la capacidad de diferenciarse en células maduras de tejidos.
Sin embargo, el potencial terapéutico de estas células se asocia principalmente con su capacidad para frenar la inflamación e iniciar la regeneración de tejidos y órganos.
Debido a estas propiedades, las células madre mesenquimales (derivadas de la médula ósea, el tejido adiposo subcutáneo y otros lugares del cuerpo) son investigadas para tratar las enfermedades renales en el que la inflamación juega un papel clave.
Los estudios más avanzados, con los primeros ensayos clínicos, se aplican a la lesión renal dañada. El trasplante renal, el lupus y las nefropatías diabéticas, en las que se observaron resultados beneficiosos de las propias células, así como de su medio de cultivo.
Los hallazgos del estudio implican que las células madre mesenquimales actúan a través de factores secretados. La investigación en los próximos años se centrará en este estudio como un posible agente terapéutico sin potencial carcinogénico.
La enfermedad renal crónica (ERC) afecta aproximadamente al 10% de la población general. Lo que conduce al deterioro de la calidad de vida y a la muerte prematura por complicaciones cardiovasculares.
Por un lado, la insuficiencia renal crónica surge como consecuencia del daño renal continuo y la cicatrización en enfermedades tan comunes como la presión arterial alta, la diabetes o la nefrolitiasis.
Por otro lado, la enfermedad renal crónica se instiga o agrava con incidentes de lesión renal aguda. Debido a agresiones como isquemia, infección, enfermedades autoinmunes, reacción o toxinas como contraste radiológico y medicamentos.
Terapias en Células Madre Pueden Conducir Posibles aplicaciones en Enfermedades Renales
Las posibilidades de prevención farmacológica o atenuación de la insuficiencia renal crónica se limitan al control de los factores de riesgo cardiovascular (generalmente no óptimo)
Evitando las posibles toxinas renales (a menudo inviables) o tratamiento causal de la LRA siempre que sea posible.
A la luz de los avances médicos en otras áreas, esta escasez de opciones terapéuticas genera una frustración comprensible entre los pacientes y sus médicos.
Las terapias basadas en células madre pueden conducir al avance esperado en el tratamiento de enfermedades renales, segun expresa el portal EuroStemCell en su articulo Enfermedades renales: ¿cómo pueden ayudar las células madre?.
Las Células Madre Mesenquimales Podrán Reemplazar las Células Dañadas del Riñón.
Las aplicaciones potenciales de MSC en enfermedades renales se aprovechan principalmente de sus capacidades secretoras y tienen como objetivo mejorar los procesos regenerativos naturales en el contexto de la lesión renal aguda y en la perspectiva más audaz incluso inducir tales procesos en las enfermedades renales crónicas.
Por otro lado, las MSC se pueden usar para hacer crecer células renales in vitro para reemplazar las células nativas dañadas.
En este contexto, cultivos de fragmentos de riñón (organoides) con implantaciones posteriores, a pesar de toda la complejidad técnica.
En tercer lugar, el uso de propiedades inmunomoduladoras de las Células Madre Mesenquimales puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la enfermedad renal inflamatoria, como la glomerulonefritis primaria y secundaria, o en la prevención de rechazo del riñón trasplantado.
Finalmente, el aislamiento urinario de células que son funcionalmente similares a las Células Madre Mesenquimales puede aumentar significativamente la disponibilidad del material para todas estas opciones terapéuticas en posibles aplicaciones en enfermedades renales.
Visita nuestro articulo ¿Que son Celulas Madre?