En la mayoría de gastritis agudas no se requiere ningún tratamiento concreto, salvo realizar una dieta para dejar el estómago en reposo. Evitar los irritantes que hayan contribuido a su desarrollo, como determinados alimentos o medicinas.
El diagnóstico de una gastritis aguda suele ser clínico sin que se requiera ninguna prueba especial. Si la sintomatología fuera prolongada en el tiempo o se acompañara de una hemorragia digestiva aguda, está indicado el solicitar una gastroscopia.
Las radiografías con papilla del estómago y duodeno (estudio esófago-gastro-duodenal con bario) son normales en las gastritis.
Para el diagnóstico de una gastritis crónica se precisa una gastroscopia con obtención de biopsias de estómago. En la gastritis crónica atrófica tipo A puede hacerse un análisis de sangre que demuestre la presencia de anticuerpos.
Estos anticuerpos son dirigidos a atacar la pared del estómago (anticuerpos anti-células parietales y anticuerpos anti-factor intrínseco).
En la gastritis crónica tipo B el Helicobacter pylori se detecta en la biopsia.
¿Es hereditaria?
La única gastritis que pudiera tener cierto componente hereditario es la gastritis crónica autoinmune (gastritis crónica atrófica tipo A). Mira nuestro articulo sobre las Causas de la Gastritis.
¿Cuál es el tratamiento para la gastritis?
Existen diferentes opciones para el tratamiento de la gastritis aguda. En ocasiones no es necesario tratarlas, puesto que las gastritis se pueden resolver espontáneamente. En primer lugar es importante evitar los alimentos irritantes (café, té, alcohol, pimienta, mostaza, vinagre…) o las sustancias que pueden dañar la mucosa gástrica, como los antiinflamatorios.
Se aconseja fraccionar las comidas en una menor cantidad evitando la plenitud, así como evitar guisos muy elaborados que inviten a una hiperproducción de ácido gástrico (cocido, fabada, etcétera).
En cuanto a los antiinflamatorios, en el caso de que sea imprescindible administrarlos, se hará después de las comidas (nunca en ayunas) y con protección mediante omeprazol.
La mayoría de los casos de gastritis agudas no se requiere ningún tratamiento concreto, salvo realizar una dieta para dejar el estómago en reposo y evitar los irritantes que hayan contribuido a su desarrollo, como determinados alimentos o medicinas.
En la gastritis infecciosa suele bastar con estar a dieta unos días.
En la gastritis por medicinas o tóxicos puede necesitarse tratamiento con medicinas que reduzcan la producción de ácido por el estómago (omeprazol o similares).
La gastritis crónica no requiere ningún tratamiento salvo el de sus complicaciones. La falta de vitamina B12 debe corregirse con inyecciones intramusculares de esta sustancia.
En la gastritis crónica por Helicobacter pylori no suele recomendarse el tratamiento para erradicar a este germen a no ser que haya una úlcera asociada u otras complicaciones.
Comentarios finales
La gastritis mejora a medida que lo hace la situación del enfermo, desapareciendo las lesiones a las 48 horas de la agresión aproximadamente.
Cuando aparecen complicaciones como la hemorragia digestiva puede ser necesaria la realización de una gastroscopia, aunque la mayoría de las veces la hemorragia cede de forma espontánea sin necesidad de realizar pruebas invasivas.
La cirugía (que generalmente consiste en la extirpación de todo el estómago) presenta una mortalidad muy elevada, y sólo debe utilizarse como último recurso.
Su médico le recomendará tratamientos en función del tipo de gastritis o gastropatía que tenga y de su causa. El tratamiento de la gastritis y la gastropatía puede mejorar los síntomas, si los hay, y reducir la probabilidad de complicaciones.
Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales
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