La molécula mensajera hace que las células madre gástricas vecinas liberen proteínas antibacterianas. Estas protegen activamente el nicho de células madre contra la invasión de patógenos como el Helicobacter pylori, responsable del surgimiento de úlceras gástricas.
¿Cómo combaten las células madre gástricas a las bacterias?
Un estudio realizado por investigadores de Charité-Universittsmedizin Berlín y el Instituto Max Planck de Biología de Infecciones (Estados Unidos). Se ha descubierto que las células madre gástricas combaten las bacterias de ‘Helicobacter pylori’ para protegerse contra un posible cáncer.
Aproximadamente el 50 por ciento de la población mundial está infectada con esta bacteria, el factor de riesgo más importante para el cáncer gástrico. Coloniza el epitelio gástrico y puede causar daño al ADN en las células epiteliales.
Como la mayoría de las células afectadas, tienen una vida corta y se reemplazan en cuestión de días. Por lo que es poco probable que ese daño tenga consecuencias graves.
Sin embargo, los efectos pueden ser mucho más graves si la bacteria ataca a las células madre, que tienen una vida útil mucho más larga.
Se localizan en lo profundo de la glándula gástrica y producen células destinadas a reemplazar las células de la mucosa en la superficie. Si el ADN de estas células madre es dañado por ‘H. pylori’, puede llevar al desarrollo de úlceras que podrían convertirse en cáncer gástrico.
Células madre gástricas
Ahora, en un artículo publicado en la revista ‘Nature Cell Biology‘, estos investigadores han podido demostrar que las células madre gástricas emplean medidas activas para defenderse de las bacterias.
«Nuestro modelo animal nos permitió observar que las células madre liberan una proteína conocida como intelectina 1 en su entorno, que se une a la superficie de la bacteria causando que se aglutina.
Esto les impide entrar en la cavidad de la glándula gástrica y dañar las células madre localizadas allí», explica el primer autor del estudio, Michael Sigal.
La producción de intelectina 1 se desencadena por la R-espondina 3. La cual es una molécula de señalización que previamente se había demostrado que estimula la proliferación de células madre. La secreción de R-espondina 3 aumenta tan pronto como el cuerpo reconoce un daño como el causado por ‘H. pylori’.
«El cuerpo responde a la infección por ‘Helicobacter pylori’ liberando una molécula de señalización que estimula la proliferación de células madre gástricas y promueve la regeneración de tejidos.
La misma molécula mensajera también hace que las células madre gástricas vecinas liberen proteínas antibacterianas que protegen activamente el nicho de células madre contra la invasión de patógenos.
Este mecanismo permite al cuerpo prevenir las consecuencias más graves de la infección, como las úlceras gástricas y el cáncer gástrico», concluye otro de los autores del trabajo, Thomas Meyer.
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Este estudio en español fue presentado por infosalus (Europa Press).