Prevención del Hígado Graso. Según lo expresa la NIH en su articulo Fighting Fatty Liver. El tratamiento más efectivo contra el hígado graso es un cambio en el estilo de vida. La pérdida de peso es de gran ayuda.
“Pero la pérdida de peso debe ser bastante significativa”, sostiene Dr. Rohit Loomba, un experto en enfermedades hepáticas de UC San Diego Health. Usted debe perder aproximadamente un 7% de su peso corporal para solucionar la EHGNA. Debe perder alrededor del 10% para reducir la fibrosis o las cicatrices.
Perder peso también puede ayudarlo a reducir el riesgo de padecer un ataque cardíaco o infarto. La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte entre las personas que padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólica.
Una mejor nutrición también puede ayudar. Intente evitar subir de peso y aumente su ejercicio y limite su consumo de alcohol, ya que el alcohol puede tener efectos perjudiciales sobre la enfermedad hepática.
También podría considerar lavar sus frutas y verduras antes de comerlas, lo cual puede reducir su exposición a pesticidas.
En este momento, no hay tratamientos aprobados por la FDA para la enfermedad del hígado graso. Algunos estudios han demostrado que la vitamina E y los medicamentos para la diabetes, que también producen pérdida de peso, podrían ayudar a los pacientes con EHGNA. Varios medicamentos prometedores se están probando en estudios clínicos.
Para prevenir la enfermedad del hígado graso, su objetivo debe ser tener un peso saludable y beber alcohol con moderación.
Elecciones sabias
Protéjase contra la enfermedad del hígado graso
- Intente mantener un peso saludable y comer porciones razonables.
- Intente perder peso de forma gradual si tiene sobrepeso.
- Limite la cantidad de grasa que consume. Reemplace las grasas saturadas por grasas no saturadas más saludables, como aquellas contenidas en el pescado, las semillas de lino y las nueces.
- Consuma más frutas, verduras y cereales integrales.
- Evite las comidas y bebidas con grandes cantidades de azúcares, especialmente fructosa. Estas incluyen los refrescos endulzados, las bebidas isotónicas, el té endulzado y los jugos.
- Evite el consumo excesivo de alcohol. Tomar demasiado alcohol puede tener efectos perjudiciales en el hígado.
- Deje de fumar. Fumar puede aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad del hígado graso no alcohólica. Obtenga ayuda gratuita para dejar de fumar en smokefree.
Alimentos más adecuados para prevenir y frenar el hígado graso
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) considera que el perfil de alimentación más recomendado en cuanto a su composición es el de la dieta mediterránea, que se caracteriza por las siguientes proporciones de nutrientes: 50-60% de hidratos de carbono, 20-30% de grasas con alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y omega-3 y 20% de proteínas.
Según la sociedad científica, es aconsejable que la dieta reúna estas características generales:
- Consumo preferente de aceite de oliva virgen extra.
- Restringir los hidratos de carbono con alto índice glucémico (en especial, el aporte de fructosa a través de bebidas azucaradas).
- Dos o tres raciones a la semana de pescado azul.
- Nueces (30-40 gramos 3 o cuatro veces a la semana).
- Café (2 o 3 tazas al día).
- Lácteos fermentados (por los beneficios que pueden aportar a la microbiota).
- Fruta y verdura fresca y de temporada, rica en antioxidantes naturales y fibra.
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