Las células madre son únicas por tener dos características clave, Potencialidad y Autorrenovación.
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Una célula madre es una célula que tiene el potencial de formar muchos de los tipos diferentes de células encontradas en el cuerpo. Cuando las células madre se dividen, se pueden formar más células madre u otras células que realizan funciones especializadas. Las células madre embrionarias tienen el potencial de formar un individuo completo, mientras que las células madre adultas sólo pueden formar ciertos tipos de células especializadas. Las células madre continúan dividiéndose a lo largo de toda la vida de una persona.
Qué es una célula madre
La célula madre, o célula troncal, es un tipo de célula con la capacidad de generar células maduras más especializadas que ella, para formar tejidos y órganos con características particulares funcionales. A partir de estas células madre es que se forman todas las demás células, llamadas células hijas. Estas son morfológica y funcionalmente diferentes a las células madre.
Una célula madre puede generar una gran cantidad de células especializadas, tanto en variedad como en número.
Las hay tanto de tipo embrionario como adultas. Las primeras se localizan solamente en embriones de seis a ocho días de edad en humanos y construyen a un organismo completo, y las adultas asisten solamente en casos de daño en tejidos u órganos. En la imagen se puede ver un ejemplo de célula madre embrionaria.
¿Dónde se encuentran las células madre?
En el caso de las células madre adultas, hay múltiples tipos, por lo que cada uno se ubica en diferentes zonas, según los tejidos que formarán. Por ejemplo, las células madre en la médula ósea generan las células sanguíneas.
Las hay también en el hígado, donde se forman los hepatocitos, en el tejido neuronal para formar las neuronas, o en el músculo, por mencionar algunas.
En cuanto a las células madre embrionarias, estas se encuentran dentro de la masa celular interna del blastocisto embrional.
Características de la célula madre
Las células madre son únicas por tener dos características clave:
- Potencialidad: lo que quiere decir que las células madre pueden generar células maduras de diferente origen, por ejemplo células sanguíneas o musculares.
- Autorrenovación: pueden dividirse y proliferar para generar otras células madre, de modo indefinido. Sus telómeros son más largos que las células ya diferenciadas, característica importante en su división pues el envejecimiento celular está relacionado con el acortamiento de los telómeros.
Como características adicionales están:
- Tienen indiferenciación: no son células maduras y se encuentran sin diferenciar.
- Cuentan con baja inmunogenicidad: es decir que no genera una respuesta inmune como si se tratara de un agente externo.
- Tienen dos tipos de división: la simétrica y la asimétrica. En la simétrica se generan dos células madre a partir de la división de una célula inicial. La asimétrica se genera a partir de una célula madre a una célula diferenciada y a otra célula madre.
- Tienen mecanismos que protegen a la célula: tienen una alta protección contra agentes externos y tienen un sistema de desintoxicación ante agentes tóxicos para la célula.
Para qué sirven las células madre
Las células madre sirven para formar adultos pluricelulares desde el embrión y que este pueda desarrollar todos los tipos de células que necesita para formar órganos con tejidos de funciones especializadas.
La otra función de las células madre es de vital importancia en organismos ya desarrollados, para la reparación de tejidos.
Si no fuera por las células madre, las heridas serían letales, así como también el deterioro interno de los órganos. En la imagen podemos ver un ejemplo de proceso de regeneración de tejido.